Su primer monumento es la iglesia de San VIcente. Hay restos de poblado de Serracín.
Cuenta una vieja leyenda que durante la invasión de las tropas francesas a principios del siglo XIX, murieron veinte franceses en Medina del Campo, y alguien comentó que había sido gente de un pueblo a dos leguas, por lo que las tropas saquearon San Vicente en vez de Rubí de Bracamonte, que era el que realmente había sido. A tal acto es al que hoy conocen como "La Francesada".
Hoy la localidad muestra sus galas desde la llanura que se ubica en torno a la carretera N-VI. La edificación de más valor es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Se trata de una construcción del siglo XVIII realizada en estilo barroco, y donde destaca la cúpula sobre pechinas, el retablo mayor barroco y la cruz procesional de plata del siglo XVI.
El carácter festivo llega en primer lugar el día 22 de enero con la festividad de San Vicente Mártir, con verbenas y juegos. En mayo, celebran San Isidro. Y por último, las Fiestas de Verano durante el primer fin de semana de agosto, que atraen a mucha gente, sobre todo aquella que vuelve al pueblo a reencontrarse con los suyos en torno a una gran paellada.
Podemos pasear por terrenos ligeros sin apenas pendientes, que nos conducen a inhóspitos lugares, como aquél que conoció Serracín, un pequeño poblado a tres kilómetros hoy desaparecido y que aún mantiene en pie los restos de un antiguo torreón.